Proyecto Trienio de la familia

13.09.2011 16:29

CONFERENCIA EPISCOPAL PARAGUAYA, CEP

 

PROYECTO AÑO DE LA FAMILIA

1. FUNDAMENTACIÓN: LA FAMILIA Y LA MISIÓN PERMANENTE

El gran proyecto de la Misión Continental Permanente en nuestro país, nacido del espíritu y corazón de Aparecida, en proporción a su avance e implementación nos va llevando al análisis sincero de nuestra realidad con el fin de llamarnos a una permanente conversión pastoral para hacer más efectiva la presencia de la Iglesia en la vida de la persona, de la familia y de la sociedad en general. Esa llamada que resuena en la conciencia de cada Agente Pastoral, nos posibilita una humilde y sincera reflexión sobre nuestro trabajo en la “Mies del Señor”. Como Iglesia, ¿cómo estamos pisando la realidad de la familia paraguaya? Si Aparecida es en sí un sueño, una propuesta que nos lleva a diseñar una Iglesia nueva, al mismo tiempo cercana y remota: ¿Qué Iglesia queremos o soñamos? ¿Hacia dónde queremos apuntar? ¿Qué modelo de familia queremos proponer a nuestra sociedad paraguaya? Como discípulos misioneros tenemos el deber de tener un sueño compartido. Es importante soñar juntos pero hay que hacerlo constructiva y positivamente, con los pies firmes en la tierra, la fe puesta en Dios, con una visión de futuro, una inteligencia creativa y con una voluntad férrea.

De acuerdo a la orientación del último subsidio de la Misión Continental Permanente en nuestro país, en su segunda etapa, tenemos un punto de partida y un punto de llegada.

Está claro que nuestro punto de partida es la conversión pastoral. Con mucha humildad reconocemos que a pesar del gran esfuerzo que están haciendo los obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos/as, laicos y laicas, en el trabajo pastoral en la “Viña del Señor”, pareciera ser que nunca es suficiente porque la forma como vive, trabaja y se proyecta hoy la Iglesia, en muchos casos, no está llenando las necesidades y expectativas emergentes . Somos concientes de que tanto las personas, las estructuras y los métodos de la evangelización, necesitan de una conversión pastoral permanentemente, porque la Iglesia para dar más de sí y permanecer como ella misma (en esencia) debe ir cambiando siempre; tiene que estar redefiniéndose constantemente. Por eso, queremos asumir con mucha responsabilidad la llamada de Aparecida: “Los obispos, presbíteros, diáconos permanentes, consagrados y consagradas, laicos y laicas, estamos llamados a asumir una actitud de permanente conversión pastoral, para hacer más evangélica, discipular y participativa, la manera como pensamos y realizamos la pastoral . Somos conscientes de que en esta situación en la que estamos, la Iglesia necesita transformar sus miembros y sus estructuras y orientarlas para que sean misioneras. Porque está claro que ya no podemos estar en una atención clientelar, sino ir hacia donde verdaderamente nos necesitan para servir y reanimar a todos los bautizados, y para comunicar, tanto a las personas como a la saciedad, una vida más digna y plena en Cristo .

Por eso, declaramos como punto de llegada, para nuestra misión sectorial y territorial, comunicar y dar la vida plena en Cristo a nuestros hermanos paraguayos y a los distintos sectores de convivencia que realmente lo necesitan. Y es aquí donde es importante aclarar lo que significa vida plena. Comunicar vida plena es ayudar a las personas que sean llenas, felices, realizadas, mejores… en su vocación como hijos de Dios para que aprendan a expresar su fe en el trabajo, en el diálogo, en el servicio, en su espacio de diversión, en la misión cotidiana; es optimizar en lo máximo los recursos humanos, las virtudes, potencialidades y capacidades que todos tienen; porque la vida nueva de Jesucristo toca al ser humano entero y desarrolla en plenitud la existencia humana “en su dimensión personal, familiar, social y cultural” . De donde naturalmente se desprende, como responsabilidad cristiana y misionera, la búsqueda de la convivencia humana en un mundo más justo, solidario, fraterno y digno, tanto para nuestra generación como para las generaciones futuras que dependen exclusivamente del tipo de semilla que hoy estemos plantando. 

En esta perspectiva, el tema de la Familia, el Matrimonio y la Vida que surge en el seno del hogar es de trascendental importancia porque es el lugar propicio y originario donde se debe concretar esa anhelada vida plena en Cristo.

En Aparecida destacó el Papa que la familia “constituye uno de los tesoros más importantes de los pueblos latinoamericanos y caribeños; ella ha sido y es escuela de fe, palestra de valores humanos y cívicos, hogar en que la vida humana nace y se acoge generosa y responsablemente” . La Iglesia Católica promueve la familia como uno de los tesoros más importantes de nuestro pueblo y patrimonio de la humanidad.

Ante esta realidad que vivimos y la pretensión de nuestro punto de llegada, se impone como necesaria una pastoral familiar valiente, cercana y atenta a las nuevas situaciones . Es allí donde se entronca, desde el proyecto de la Misión Continental Permanente, la urgente llamada, en nuestra condición de discípulos y misioneros de Jesucristo, a trabajar para que esta situación actual, que quiere confundir la verdad de la familia, sea transformada, y la familia cristiana asuma su ser y su misión en el ámbito de la sociedad y de la Iglesia .

Por tal razón, dentro de las actividades de esta segunda etapa de la Misión Continental Permanente en nuestro país, una de las prioridades consiste en destacar la importancia y el sentido de la familia cristianamente constituida. En nuestro país debemos promocionar el matrimonio. Muchísimas personas viven en común y forman familias naturales que no se fundan en el querer de Dios, si son personas católicas. Hay también familias en las que falta el padre o la madre, o ambos. Los niños, con frecuencia, son criados por otros familiares. Otras familias viven como queriendo perder el verdadero sentido cristiano del matrimonio ante las tentaciones de ideas y doctrinas que quieren descomponer la armonía familiar natural y cristiana. Por eso, es importante recordar su origen divino para no perderse en esas muchas ideologías y tentaciones actuales.

Por todo lo expuesto precedentemente, con las visitas casa por casa se quiere promover el matrimonio cristiano y fortalecer la importancia de la familia tradicional paraguaya, constituida por el padre, la madre y los hijos. El gesto es de singular importancia: la Madre Iglesia sale al encuentro de cada uno de los miembros de su familia para escuchar su realidad y responder mejor a sus inquietudes con su propuesta de Vida plena en Jesucristo.



En fin, esta realidad que vivimos hoy, nos urge que a nivel nacional podamos reflexionar y trabajar por la familia, de manera transversal, durante estos tres años próximos para que ella se transforme de privilegiada institución evangelizada a evangelizadora.

2. PLAN PASTORAL:

La Conferencia Episcopal Paraguaya, en el marco de la Misión Continental Permanente, y con el énfasis de la “Nueva Evangelización para un Nuevo Paraguay” se compromete a dedicar tres años a la Familia.

Primera propuesta:

- El primer año: Familia y matrimonio
- El segundo año: Familia y personas
- El tercer año: Familia y vida, abierta a la sociedad.

I. VISIÓN

Esta Conferencia al asumir plenamente el Documento de Aparecida, en su Capítulo 9 sobre la “Familia, Personas y Vida”, reafirma su opción de “Líneas pastorales” en “Habla Señor que tu Iglesia escucha” relativa a la familia.

La Iglesia evangeliza la familia que a su vez evangeliza a sus miembros, educándolos en el amor a Dios y al prójimo.

Donde hay hijos hay familia. Donde hay familia hay un grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas.

La Iglesia Católica promueve la familia como uno de los tesoros más importantes de nuestro pueblo y patrimonio de la humanidad. Sabedores que mucha población está afectada por condiciones que amenazan directamente la institución familiar, nos comprometemos, como discípulos misioneros, a trabajar para que esta situación sea transformada y la familia asuma su ser y su misión en el ámbito de la sociedad y de la Iglesia.

El modelo de familia que proponemos ofrecer, desde la Buena Nueva de Jesucristo y la experiencia de la Iglesia es la familia cristiana fundada sobre el matrimonio:
“La familia cristiana está fundada en el sacramento del matrimonio entre un varón y una mujer, signo del amor de Dios por la humanidad y de la entrega de Cristo por su esposa, la Iglesia. Desde esta alianza de amor, se despliegan la paternidad y la maternidad, la filiación y la fraternidad, y el compromiso de los dos por una sociedad mejor” (DA, 433). En la comunidad de las Tres Personas divinas, nuestras familias tienen su origen, su modelo perfecto, su motivación más bella y su último destino (DA, 434).

Como discípulos misioneros del Señor anunciamos y testimoniamos su Evangelio de servicio en el amor en toda situación que viva la familia. En particular, nos esforzamos en dar una respuesta pastoral:

• Al matrimonio y la familia
• A los niños
• A los adolescentes y jóvenes
• A los ancianos
• A la dignidad y participación de las mujeres
• A la responsabilidad del varón y padre de familia
• A la cultura de la vida: su proclamación y su defensa
• A la familia abierta a la construcción de la sociedad.


II. MISIÓN

El Departamento de la Familia, tiene como misión:

• Animar y colaborar para la realización de la Misión Continental Permanente, centrando su servicio en la “Nueva Evangelización para el Nuevo Paraguay”, fundados en la Palabra de Dios, en los contenidos y la espiritualidad del Documento de Aparecida (DA, Capítulo 9, 431-469) y de “Habla Señor que tu Iglesia escucha”.
• Ofrecer servicios de reflexión, estudio y publicaciones, sobre la evangelización de la familia, personas y los criterios de la Doctrina social de la Iglesia en relación a la cultura de la vida.
• Animar la pastoral de la familia a nivel nacional, de las diócesis y parroquias.


III. OBJETIVOS

Para realizar la VISIÓN y la MISIÓN, la Conferencia Episcopal propone la evangelización de la familia que sea transversal a toda pastoral eclesial, con una antropología cristiana basada en Jesucristo, Hombre perfecto y con el enfoque teológico a partir del misterio infinito del Amor Trinitario. La familia es sujeto y protagonista de la evangelización.

Nos proponemos los siguientes objetivos:

 Mediante la Palabra de Dios, evangelizar todo tipo de familia, que encuentra su plena realización en el sacramento del matrimonio entre un varón y una mujer, con sus varias expresiones de paternidad, maternidad, filiación, fraternidad, parentesco.
 Promover la familia discípula de Cristo, convertida permanentemente a Dios, llamada a la santidad, que vive su bautismo como educadora de la fe de sus hijos y participante de los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía, llevando una vida de oración permanente y alimentada dominicalmente en la comunidad cristiana por Eucaristía o la Celebración de la Palabra de Dios.
 Orientar a que la familia sea educadora de sus hijos en los valores humanos-cristianos de honestidad, verdad, justicia, libertad, solidaridad, sacrificio, servicio al prójimo y paz.
 Como protagonista de la Misión Continental Permanente, acompañar desde su ser familia evangelizada, a ser evangelizadora y misionera para llevar a otras familias la alegría de ser cristianos miembros de la Iglesia Católica, mediante las visitas y la unión de las mismas familias en la construcción del bien común del barrio, de la zona, de la población y del país.
 Evangelizar las familias irregulares, los matrimonios irregulares  y las familias incompletas.
 Promover el matrimonio civil y religioso con programas también de capacitación.
 Impulsar una pastoral de atención a las familias, sobre todo a las más pobres y alejadas.
 Recuperar la identidad y la dignidad de la familia como célula de la sociedad humana, mediante  la conversión a Jesucristo como camino, verdad y vida
 Fortalecer las familias  a través de la palabra de Dios.


IV. ESTRATEGIAS
- Desde la liturgia, publicar subsidios para las fiestas patronales con el tema de la familia.
- Promover la Sagrada Familia como modelo de familia cristiana y que en cada hogar se tenga una imagen de la misma.
- También en los tiempos fuertes (adviento-navidad y cuaresma-pascua) preparar subsidios para ser utilizados en las misas dominicales de todo el país.
- Celebrar de modo especial los días que hacen relación a la familia: Sagrada Familia, Navidad, día del niño, de la madre, del padre, de la juventud, de los abuelos, etc.
- Predicar acerca de la conveniencia de participar en familia en las celebraciones litúrgicas
- Poner énfasis en las catequesis sobre los valores de familia cristiana.
- Promover la “catequesis familiar” en todo el país.
- Revisar los materiales y métodos de la catequesis pre-matrimonial.
- Desde la Pastoral Familiar y la Pastoral de Migrantes establecer acciones pastorales concretas para acompañar a las familias afectadas por la migración.
- A través de grupos de Matrimonios preparados disponer servicios a
Embarazadas, divorciados en nueva unión y matrimonio en situación de crisis, en las diócesis y parroquias.

 

V. ACTIVIDADES PREPARATORIAS Y OTRAS:
1- En setiembre de este año 2011, todos los delegados diocesanos de Pastoral familiar deberán presentar el programa completo del año de la Familia a celebrarse el próximo año (2012).
2- En el XIII Asamblea Nacional de Pastoral Familiar, desarrollar el tema el Ver, Juzgar y Actuar de la Familia, del Matrimonio y la Vida hoy.
3- Distribuir en dicha Asamblea a los agentes pastorales delegados como material de apoyo el librito “Familia Iglesia Domestica” llegando a todos los hogares.
4- Pedir a la CEP el nombramiento del Presbítero Waldemar Sánchez como Asesor Nacional.
5- Que los temas de Caacupé sean “La familia”.
6- Tener “Semana de la Familia” y crear día de la Familia.
7- Que durante todo el año se desarrollen ¨Temas de Matrimonio, de Familia y de Vida”.
8- Hacer peregrinaciones de la Familia al templo parroquial de su comunidad.
9- Hacer materiales de subsidios, para padres e hijos, para el trabajo pastoral en las diócesis.
10- Fomentar la participación de la familia en festivales, veladas artísticas, en actos públicos en la Municipalidades, Colegios, Escuelas y a nivel cristiano.
11- Propiciar Bodas comunitarias de amancebados previamente bien preparados.
12- Pedir a la Universidad Católica que realice durante el año actividades sobre la Familia, la Vida y el Matrimonio Cristiano; (como conferencias, charlas, extensión universitaria, etc.).
13- Que la catequesis sea muy familiar, usando mucho los materiales de la pastoral familiar con padres, padrinos y los mismos catequizandos.
14- Hacer celebraciones penitenciales para toda la Familia una vez en el año. Toda la Familias juntas con buena preparación.